Leí muchos libros sobre meditación y hasta hice un curso de Mindfulness. Aparte de Mindfulness, también practiqué mantra meditation y muchas meditaciones guiadas. Con el tiempo refiné mi proceso y aprendí algunas cosas muy útiles que quiero compartir.
El tipo de meditación que más me gusta hasta ahora es el Mindfulness y además me gusta ser creativo con la práctica. Por ejemplo meditando mientras escucho música. Noté que es más divertido y ayuda a despejar a mi mente, y como había leído en algún lado, lo más importante es que la práctica sea placentera porque así es más probable que siga con la práctica.
El mayor problema que veo que las personas tienen a la hora de empezar a meditar es que piensan que no lo pueden hacer, o que lo están haciendo mal. Hasta a mí me sigue pasando a veces que me irrito o algo me pone nervioso y eso inhibe que pueda calmarme. En una de esas ocasiones me ocurrió que en vez de meditar, a partir de ahora llamaría a mi práctica “sentar a relajarme”. Una vez que lo llamé así, se fueron mis asociaciones falsas sobre cómo yo suponía que debería ser la “meditación perfecta.”
Ya no me estreso por como me sale si no que me siento, me relajo y listo. Con o sin música, por 20 minutos, media hora, o una hora.
Si quieres empezar a meditar pero tus falsas expectativas te hacen pensar que no puedes hacerlo, hazlo sin tener expectativas. Yo hago el proceso de la siguiente forma para que sea placentero. Me relajo, si quiero prendo música, y me concentro en la respiración, el espacio, o a los ruidos en mi entorno. Por ejemplo a la mañana puedo escuchar a los pájaros. Si me distraigo en pensamientos aburridos, simplemente me enfoco de vuelta a la respiración. A veces pienso en algo placentero o me ocurre una idea muy buena (meditar fomenta la creatividad) y me permito pensar bien sobre el tema o anoto dedicarle más tiempo después. Mi regla es que el proceso no debe ser una tarea obligada en donde tengo que estar disciplinado, si no que sea un proceso divertido.
Por esta razón ahora espero con placer la hora del día en donde puedo sentarme y relajarme. Y los beneficios son acumulativos, al comienzo no notarás tanto. Las otras personas ya después de las primeas semanas notarán un cambio en tu comportamiento, y después de meses, de repente tú notarás que estas no solo más centrado, si no que feliz “al pedo”. O sea estas feliz sin tener una razón específica para serlo. Ocurre porque nuestro cerebro es moldeable (neuroplasticidad) y si practicas a diario, estas reorganizando a los circuitos del cerebro de una forma más óptima.
** UPDATE **
Hoy estuve viendo una entrevista con un neurocientífico y en esta parte dice que la música podría causar que los dos hemisferios del cerebro comuniquen, es decir podría funcionar como un puente entre el lenguaje emocional del hemisferio derecho y el lenguaje proposicional del hemisferio izquierdo.