Aquí algunas lecciones del libro.
Ignora deliberadamente el teléfono
Como aprendí tanto por experiencia propia como de muchos libros, el teléfono inteligente es el enemigo número uno con respecto a la productividad, evitar el multi-tasking y el mindfulness. La mejor estrategia es simplemente ignorar las notificaciones. Nuestro comportamiento con respecto al teléfono suele ser tan compulsivo que apenas que suene una notificación ya tenemos que dejar al lado todo y revisarlo. Esta es la antítesis del mindfulness. Aprendamos a terminar con nuestra actividad y luego revisar al teléfono. Al comienzo ayuda ponerlo en silencio durante la mayor parte del tiempo.
Si alguien nos quita algo, no dejemos que también nos quite la mente
La vida muchas veces es impredecible, nos pasarán cosas que no nos gustan. Cuando pasa algo negativo tenemos la opción de dejarlo en el suceso o si también nos enojamos y dejamos que afecte a nuestra salud mental. El método mindfulness que adapté también en este año es simplemente reconocer al hecho y luego dejarlo ir, sin perder más tiempo pensando en ello o peor, dejar que nos robe la felicidad.
Enfócate al cuerpo y a los sentidos durante cualquier actividad
Esto es meditación sin meditar, lo que significa es estar presente completamente durante cualquier actividad. En vez de dejar que los pensamientos vuelen mientras haces ejercicios, tomas una ducha, o mientras disfrutas de tu comida, simplemente trata de permanecer completamente enfocado y consciente de lo que haces en ese momento particular.
Nuestra mente tiende a acordarse del pasado o preocuparse por el futuro, pero con un poco de entrenamiento podemos entrenarla a permanecer más tiempo en el momento presente, que es el momento en donde las cosas suceden realmente.
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